Editorial

¿Pacto o propuesta fiscal?

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Si bien las iniciativas que dio a conocer el Presidente Boric este martes se enmarcan bajo el título de un “Pacto Fiscal para el Desarrollo”, lo cierto es que se trata de un conjunto de anuncios y propuestas, algunas con un enunciado muy general, que van a requerir de un arduo trabajo político para poder convertirse en un “pacto” propiamente, siendo difícil anticipar que el Gobierno vaya a contar con los votos requeridos.

Lo anunciado por el Presidente va a requerir de un arduo trabajo político para poder convertirse en un “pacto” propiamente.

En lo fundamental, la propuesta establece un conjunto de gastos adicionales que involucrarían recursos por US$ 8 mil millones (2,7% del PIB), correspondiendo más de la mitad al financiamiento de un aumento en el monto y cobertura de la PGU, y a mejorar las atenciones de salud. En lo procedimental, se observa un cambio importante respecto de la propuesta anterior de reforma, en el sentido de que primero se estima un monto a recaudar como resultado de una mejor fiscalización tributaria, luego se va a estimar la mayor recaudación que se podría obtener como resultado del mayor crecimiento económico y de una mayor eficiencia en el gasto público, y por diferencia se va a calcular finalmente lo que eventualmente sería necesario obtener por la vía de mayores impuestos, para alcanzar el 2,7%.

Pero no obstante esta mejor forma de proceder, la discusión de fondo se va a centrar en si es realmente necesaria una nueva alza tributaria, y particularmente si es justo y eficiente centrar las alzas en los impuestos a la renta que pagan los sectores de más altos ingresos, habiendo consenso técnico en que una de las distorsiones más significativas que caracteriza el sistema tributario chileno es la baja proporción de personas naturales que está afecta al impuesto a la renta, lo que tiene como contrapartida una carga excesiva en la tributación corporativa, con todo lo que ello implica en cuanto a menor competitividad tributaria y crecimiento.

Con todo, a partir del objetivo de recaudación presentado, el eje de la discusión debería centrarse en avanzar hacia una efectiva modernización del Estado que permita un mejor uso de los recursos públicos, y en iniciativas procrecimiento que mejoren nuestro potencial, pilar fundamental para lograr una mayor recaudación que sea sostenible en el tiempo.

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